El universo automotor ya tenía muchas marcas y acaba de sumar una más. De la mano de Volkswagen llega Jetta, una submarca exclusiva para el mercado chino. No se trata de cualquier nombre, Jetta es nada menos que el de uno de los modelos más tradicionales de VW, sólo que en Argentina no llegó porque se podía malinterpretar (el Jetta es el Vento).
“La marca Jetta representa calidad y una excelente relación calidad-precio”, señaló este martes Jürgen Stackmann, miembro del Consejo de Administración responsable de Ventas de la marca Volkswagen. “Con Jetta, estamos cerrando la brecha entre la marca líder de VW establecida en el segmento de mayor volumen y la movilidad de nivel de entrada, que representa aproximadamente un tercio del mercado chino y es servido principalmente por las marcas locales. De esta manera, aumentaremos significativamente nuestra cobertura de mercado”, añadió.
La gama de modelos Jetta, que inicialmente estará compuesta por un sedán mediano y dos SUV, será producida por FAW-Volkswagen en Chengdu; el inicio de las ventas está programado para el tercer trimestre de este año.
El Jetta sedán para el mercado chino.
Según VW, “Jetta se basa en los elementos clave del ADN de Volkswagen: calidad, seguridad, valor y un lenguaje de diseño claro”. La intención es posicionar a VW por encima y afinar aún más su perfil. “Con esta oferta especialmente adaptada a las necesidades del mercado chino y desarrollada junto con FAW-Volkswagen, Volkswagen está avanzando con la regionalización del mercado”, señala el grupo automotor.
El objetivo de Jetta es captar a los más jóvenes que están en busca de sus primeros vehículos en un mercado cada vez mayor. En China, la marca Volkswagen entregó el año pasado 3,11 millones de vehículos (2,1% menos que en 2017). Con una participación de casi el 50 por ciento en las entregas mundiales, China es, por lo tanto, el mayor mercado único de Volkswagen.
Uno de los SUV de Jetta.
Ventas en baja
Sin embargo, el desafío es aún más importante si se tiene en cuenta que las ventas de autos totalizaron 22,4 millones en 2018, una caída interanual del 5,8%, la primera en más de 20 años en el gigante asiático.
El arranque de 2019 no fue muy diferente: según los datos de de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China (CAAM, por sus siglas en inglés), en enero las ventas descendieron un 2% respecto del primer mes de 2018.
